La diversidad en el consumo de frutas y verduras no solo beneficia nuestra salud, sino que también podría ser un factor determinante en la longevidad y prevención de enfermedades cardíacas. Investigadores de la Universidad Rovira i Virgili, el Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgilio, y el Centro de Investigación Biomédica en Red de la Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición, en colaboración con la Universidad de Toronto, han descubierto que una dieta variada podría ser esencial para un envejecimiento saludable.
La importancia de la variedad en la dieta: Claves para una vida saludable
Aunque ya es conocido que consumir frutas y verduras (mínimo cinco porciones diarias) es beneficioso, este estudio pone énfasis en la importancia de la variedad en el consumo para mejorar la salud. La investigación apoya las recomendaciones de autoridades como la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y ofrece datos cruciales para desarrollar estrategias dietéticas enfocadas en la prevención de enfermedades y la promoción de un envejecimiento activo.
Un meticuloso análisis de estudios previos y un metaanálisis de 12 investigaciones observacionales con casi 300.000 participantes revelaron que una mayor diversidad en el consumo de frutas y verduras se asocia con un 11% menos de riesgo de mortalidad por todas las causas. Esta variedad también se vincula con un menor riesgo de obesidad e hipercolesterolemia, factores clave en enfermedades cardiovasculares.
Stephanie Nishi, líder del estudio, compara la diversidad dietética con una orquesta, donde diferentes frutas y verduras aportan distintos nutrientes y componentes bioactivos, creando un efecto sinérgico en la salud. Jordi Salas Salvadó, director de la Unidad de Nutrición Humana de la URV, destaca que esta investigación complementa estudios previos como el PREDIMED-Plus de Reus, demostrando que una dieta variada en frutas y verduras se asocia con una alimentación de mayor calidad y un estilo de vida más saludable, especialmente en personas mayores. Nancy Babio, coautora del estudio, señala que, aunque ya se conocía la importancia de consumir suficientes frutas y verduras, este estudio es pionero en resumir la evidencia relacionada con la variedad en su consumo.
Conclusión
Este estudio subraya que no solo es importante la cantidad de frutas y verduras que consumimos, sino también la diversidad en nuestras elecciones. Al incluir un rango más amplio de estos alimentos en nuestra dieta, no solo mejoramos nuestra salud cardíaca y reducimos el riesgo de enfermedades, sino que también potenciamos nuestra esperanza de vida. Estos hallazgos son fundamentales para aquellos interesados en adoptar hábitos alimenticios más saludables y envejecer de manera activa y positiva.